Índice de contenidos
1 - Introducción
La asistencia técnica que desde el área de Deporte y Juventud de la Diputación de Almería se pretende prestar a las entidades que desarrollan proyectos de iniciación deportiva, tiene como base un marco pedagógico enfocado hacia la planificación de tareas en la iniciación a diferentes deportes, para proporcionar herramientas de apoyo al trabajo de sus técnicos/as, entrenadores/as y monitores/as.
Se centra, fundamentalmente, en la “Etapa de Iniciación Deportiva”, en edades comprendidas entre los 6 y 12 años, periodo en el que comienza el contacto con varias modalidades deportivas por medio de la asignatura de educación física en el colegio, así como en las escuelas deportivas desarrolladas en horario extraescolar; conociendo sus reglas, sus propias posibilidades, el deporte en sí, su contexto, sentando las bases de una futura especialización deportiva.
Según la Ley 5/2016 del Deporte en Andalucía el ámbito de participación de “iniciación deportiva” es aquel que se dirige a toda la población en edad escolar que tenga como objetivo la familiarización o toma de contacto con una o varias modalidades o especialidades deportivas. En este ámbito, primarán los fines formativos, recreativos y de salud. Se desarrolla en el marco territorial municipal, en entornos deportivos escolares, municipales o de clubes deportivos.
En la base de la planificación y desarrollo de los diferentes programas constituidos en este ámbito está, entre otras cosas, el conocimiento y el trabajo de la esencia de la motricidad del ser humano desde edades tempranas. Ello nos conduce al análisis y clasificación de las habilidades motrices y técnicas sobre las que se fundamentan y elaboran las diferentes Guías de Iniciación que en este proyecto se proponen.
La habilidad motriz puede ser definida por dos elementos fundamentales, la eficacia y la eficiencia. La eficacia es el grado de consecución de los objetivos propuestos, el acierto en los intentos. La eficiencia hace referencia al nivel de esfuerzo requerido para ser eficaz, es decir, un deportista es más eficiente si consigue los resultados previstos con menos esfuerzo. El objetivo es favorecer el desarrollo del deportista desde las habilidades motrices básicas hasta las específicas, pasando por trabajar las habilidades genéricas, es decir, trabajar la motricidad de forma enlazada y no fraccionada en habilidades aisladas.
En este proceso de enseñanza y aprendizaje, se deberán organizar diferentes progresiones de trabajo que vayan desde lo global a lo específico, asegurando dominios motores sobre los que se fundamenten futuros aprendizajes y primando el criterio de diversidad sobre el de especialización, sin que exista un predominio absoluto de la adquisición de habilidades motrices aisladas (técnicas) pero considerándolas al mismo tiempo. Todo ello, enmarcado en un contexto lúdico en consonancia con la evolución integral y el interés de los alumnos/as.
La Habilidad Técnica se refiere a la capacidad de usar herramientas o procedimientos técnicos en un campo especializado. Es la posesión de conocimientos y destrezas en actividades que supone métodos, procesos y procedimientos. El deportista para rendir en su deporte, debe disponer de un conjunto de movimientos aprendidos, siguiendo modelos ideales, resultado de diferentes investigaciones concretas, que le permitirán realizar acciones precisas al objeto de perfeccionarse en su propia práctica motriz. Un deportista dispondrá de buena habilidad técnica cuanto mejor ajuste su movimiento al modelo ideal, así como tanto lo pueda controlar para sacar de él su máximo rendimiento en la práctica real.
Debemos considerar que la base sobre la que se edifica la estructura de un trabajo deportivo integral, armónico y multideportivo en la evolución de los alumnos/as debe considerar, también, la educación en valores inmersa en la propia práctica deportiva, que no sólo tiene su máxima exponencial en edades tempranas, sino que deben permear en el trabajo continuo y secuencial en el resto de etapas de la vida presente y futura tanto de la persona como del deportista.
2 - Educación en valores
La Educación en Valores constituye, en los últimos tiempos, un núcleo fundamental de análisis y discusión desde un universo heterogéneo de planteamientos. El tratamiento y consideración de los valores, actitudes y normas adquiere pleno sentido con la finalidad concreta de desarrollar personas y ciudadanos comprometidos, puesto que se debe “educar a través del cuerpo” y no tanto “educar el cuerpo” (López, 2001; Prat y Soler, 2003; Ruíz, 2004).
Definiríamos el término valor como el modelo ideal de actuación personal que intentamos plasmar e integrar en nuestra conducta. Entendemos como contenidos actitudinales aquellos que hacen referencia a las actitudes, valores y normas, que son trabajados como tema transversal, ya que repercuten a todas las áreas, trabajándose conjuntamente con los contenidos de las mismas. Este trabajo conjunto debe ser progresivo y es importante que sea llevado a cabo tanto dentro de la pista como fuera de ella, tanto en deporte escolar, como en el deporte federado.
El deporte ocupa una posición central en la sociedad actual, por lo que la educación no puede darle la espalda. Los educadores tienen la obligación de escuchar a la sociedad y situar al individuo en las mejores condiciones para interactuar en ella, por lo que la enseñanza del deporte escolar debe hacerse con todas las garantías de que no contradice los valores educativos. (Vázquez, 2001, Gutiérrez Sanmartín, 2003).
La conceptualización de valores y su aplicación en el deporte debe realizarse desde la perspectiva de todos los estamentos involucrados en el proceso de formación integral del niño/a; instituciones educativas y deportivas, técnicos, entrenadores, profesores y familias. La trasmisión de valores a través del deporte debe hacerse mediante un planteamiento que considere las características y circunstancias de los deportistas, las del contexto, y las de los agentes implicados en el mismo, de forma que se generen unas directrices precisas que fomenten ese gran potencial que atesora la práctica deportiva.
Nos enfocamos hacia un cambio de paradigma, en tanto en cuanto, no se pretende realizar una iniciación deportiva basada en el “éxito”, sino basada en la ayuda al “desarrollo personal”. Se trata de fomentar y colaborar en la creación de un clima deportivo donde se aprenda a competir, a resolver problemas, a dialogar, a superarse, a ganar y perder con absoluto respeto y a disfrutar de la práctica.
Si hay alguna persona que va ejercer una gran influencia en los niños y jóvenes, tanto en el ámbito deportivo como en el personal, es, sin duda, el entrenador/educador, sus planteamientos y su labor para desarrollar cualidades humanas que se persiguen mediante el deporte.
Es fundamental saber cuál es el lugar real del técnico/educador, en tanto en cuanto lo que maneja y con lo que trabaja es material humano; así como la capacidad que posea para ayudarlo en su desarrollo integral. A parte de los conocimientos técnicos, metodológicos, tácticos, reglamentos, sistemas de juego, etc., es imprescindible situarle en el mundo de la formación de las personas en edades tempranas siendo “elemento clave” por la gran responsabilidad que se le dota. La actitud que adopte, su forma de hablar, de expresarse, sus valores o comportamiento, influirán y dejarán una huella, en mayor o menor medida, en los deportistas.
El objeto principal proceso de formación deportiva, tiene, sin duda, como protagonistas a los niños y niñas. Todo el trabajo debe ser pensado y dirigido en su beneficio, teniendo presente que el entrenador-educador debe usar la actividad física y el deporte como medio de transmisión de valores, ayudando a formar buenas personas, sacando lo mejor de sí mismas, compatibilizando sus estudios con la formación deportiva, buscando la su formación integral. De este modo, la “atención debe ser plena”, tanto en el entrenamiento como en competiciones, cuidando el tono y el lenguaje, orientando los comentarios y comportamientos hacia el esfuerzo y la mejora y no hacia el resultado, ayudándoles a gestionar con humildad y respeto la victoria o la derrota.
Los deportistas están sujetos, en estas edades, a cambios siguiendo un orden natural en los niveles biológico, fisiológico, cognitivo-intelectual, afectivo-emocional, psicomotriz, social-relacional y moral. Ello conlleva un proceso de desarrollo propio que debe ser respetado desde su niñez. Conocer cómo piensan, cuáles son sus motivaciones y necesidades según su momento evolutivo proporcionará certeza en la adaptación de los métodos de enseñanza utilizados para capacitarlos en el aprendizaje estableciendo las sesiones de entrenamiento de forma más adecuada. Trabajar la parte afectiva y moral desde un establecimiento de valores derivados del propio lenguaje utilizando palabras como nosotros, equipo, disfrutar, todos, ayudar, sumar, juntos, participar, etc. Así mismo, es necesario ser consciente de que “las acciones convencen más que las palabras” por lo que, los actos deben ser: justos, Imparciales, usar el partido y la competición para hacer grupo, promover el altruismo tanto en los entrenos como en el juego y desarrollar el talento de grupo y la mejora individual por igual.
Para desempeñar con efectividad la labor formativa desde el trabajo del entrenador-educador no solo se han de desarrollar las habilidades dirigidas al terreno de lo deportivo, sino también, a las que se contemplan en el terreno de lo personal, traduciéndose en los valores a transmitir y a desarrollar con los alumnos como, por ejemplo:
3 - Multideporte
La actividad física es imprescindible en todas las etapas del ser humano, pero, especialmente, durante la infancia. Numerosos estudios han demostrado que muchos de los factores de riesgo para enfermedades crónicas y cardiovasculares se encuentran ya durante la infancia (Palou, Ponseti, Gili, Antoni y Vidal, 2005; Moral y Grao, 2011; Márquez, Rodríguez y de Abajo, 2006; Díaz y Sierra, 2009; Jiménez, Martínez, Miró, y sánchez, 2008; Jiménez, 2014; Luquin, Frideres, y Andrés, 2009). Además, la práctica deportiva tiene consecuencias en el desarrollo psicomotriz, social y personal del alumno (Le Boulch, 1991). Por ello, es de suma importancia inculcar unos hábitos de actividad física y de vida saludable desde estas primeras etapas, también conocidas como “edad escolar” para, así, sentar las bases de una buena salud durante toda la vida (Jiménez, 2014; Burrows, 2000).
Se denomina deporte o actividad física en edad escolar a todas aquellas actividades que se desarrollan en los centros educativos, clubes, asociaciones, etc. fuera del programa de la asignatura de Educación Física, y en las que participan estudiantes en edad escolar (Consejo Superior de Deportes, 2014). Así, se concluye que la educación física no es solo una asignatura del ámbito educativo, sino todo aquello que tiene que ver con educar en lo físico y desde lo físico, dentro y fuera del colegio.
Así, numerosos estudios sugieren que, en esta edad, sólo se debe plantear un entrenamiento básico y multilateral, que desarrolle una base motriz variada y amplia, y que favorezca la formación de un buen esquema motor, teniendo en cuenta que cada niño tiene una diferente velocidad de aprendizaje.
En este sentido, como explica Casimiro (2010), no se le pueden aplicar a alumnos en edad escolar los métodos de enseñanza-aprendizaje de un adulto, ni se le pueden realizar los mismos entrenamientos adaptados, disminuyendo simplemente la carga, debido a sus diferencias funcionales.
Por un lado, el metabolismo basal relativo (gasto energético en reposo en función de su peso corporal) de un niño es de un 20% a un 30% superior al de un adulto (Weineck, 1988) y este gasto se incrementa notablemente al realizar actividad física. Y, por otro lado, la inmadurez de sus órganos requiere un mayor consumo energético para su funcionamiento. Esto conduce, inevitablemente, a la necesidad de disponer de tiempos de recuperación post-esfuerzo más prolongados que un adulto.
Para ello, los autores plantean que lo ideal es comenzar con una práctica multideportiva en la que los alumnos experimenten una formación global y polifacética, ya que supone un proceso pedagógico que tendrá consecuencias a nivel de competencia motriz; comienza a formar la relación del alumno con la práctica deportiva (con la consecuente influencia en la adherencia a la práctica); y determina la motivación que desarrolla el alumno hacia la práctica de actividad física (Casimiro, 2010; Conde, Vera, Castillo, Giménez, 2010; Uribe, 2010; González, García, Contreras y Sánchez-Mora, 2009; Hahn, 1988). Sin embargo, y a pesar de la evidencia, suele ocurrir una especialización temprana que puede resultar perjudicial en algunos aspectos del desarrollo del alumno.
Galilea, Estruch y Galilea (1986) consideraban esta especialización precoz negativa debido a la limitación de opciones que conlleva y a la orientación al rendimiento en la que esto desemboca. Blázquez (1995) clasifica las posibles consecuencias negativas de la especialización precoz en:
Riesgos psicológicos – Problemas de estrés, baja autoestima, burnout, sentimiento de fracaso, etc.
Riesgos motrices – Falta de base motriz, lo que crea una pobreza a nivel general.
Adicionalmente, la práctica deportiva lleva asociada una formación en valores que forma la personalidad del alumno y que depende, como explica Seirulo (1992), de las condiciones en las que se desarrolla esta práctica deportiva, otorgando así gran importancia a la propia intervención didáctica del técnico deportivo.
Es por esto que el técnico deportivo que está en contacto con los niños y niñas en edad escolar debe planificar la acción educativo-deportiva, trabajar el desarrollo integral del niño, educar en el juego limpio y valores, promover hábitos para un estilo de vida saludable, e informar a los padres/madres del proceso formativo deportivo de sus hijos (Arufe-Giráldez, Barcala-Furelos, Mateos-Padomo, 2017).
De este modo, se pone de manifiesto la necesidad de proporcionar a los monitores unas pautas sobre las que trabajar para garantizar la seguridad y adaptación de las sesiones de multideporte.
3.1 - Fundamentación Teórica
El Multideporte es una actividad concebida como la práctica de múltiples deportes. Siempre desde una perspectiva pre-deportiva, haciendo hincapié en el carácter lúdico de las tareas y ejercicios realizados. Las principales finalidades de esta actividad son la adquisición de habilidades motrices, el trabajo del esquema corporal, la coordinación, el trabajo de la lateralidad y, de manera general, el trabajo, aprendizaje y desarrollo de hábitos de vida saludable. Suele llevarse a cabo con alumnos en edad escolar, que van desarrollando, a una gran velocidad, y de manera progresiva, las habilidades motrices que sustentarán las acciones de la vida diaria. Por tanto, su adecuada adaptación a las características y particularidades propias de cada etapa del desarrollo es vital para su correcta puesta en marcha. Ya que, como se explicará más adelante, la iniciación deportiva sentará las bases de la actividad física que realizará una persona a lo largo de toda su vida.
A continuación, se presentará la necesidad de trabajar el desarrollo motriz de los niños desde una perspectiva multideportiva en las diferentes etapas de la infancia, dando lugar, así, a la necesidad de que exista material didáctico específico para este campo. Tanto el desarrollo motriz como el desarrollo cognitivo de una persona responden a una periodización más o menos común a todos los seres humanos. Por un lado, a nivel cognitivo, existen numerosas teorías que tratan de explicar el desarrollo cognitivo del niño. La teoría más extendida a este respecto es la desarrollada por Piaget (1936), que planteaba la existencia de cuatro etapas de desarrollo, que comprenden desde el nacimiento hasta la adolescencia.
Estas etapas son:
Esta etapa finaliza en torno a los dos años y se caracteriza por la actividad refleja, la repetición de movimientos, la ejecución de acciones intencionales para lograr un objetivo, la solución de problemas a través del ensayo-error y los primeros intentos de comunicación oral.
Comprende el rango de edad entre los dos y los siete años y las características propias de esta etapa son el pensamiento egocéntrico, un pensamiento lógico poco desarrollado, el uso de símbolos y el uso del lenguaje y la imaginación.
Etapa que abarca desde los siete años hasta los once y que se caracteriza por la diferenciación entre el mundo real y la fantasía, la capacidad para clasificar objetos y establecer jerarquías y el uso del pensamiento lógico para comprender la realidad.
Esta etapa comienza en torno a los once años y finaliza a los quince. Sus características principales son el interés en generar nuevos vínculos sociales, el uso del pensamiento hipotético-deductivo, la continuación del pensamiento egocéntrico y el inicio del proceso de definición de identidad.
Así, en todos los procesos de enseñanza-aprendizaje por los que pasa una persona, sería preciso tener en cuenta la etapa del desarrollo cognitivo en la que se encuentra, para poder adaptar estos aprendizajes a las características y particularidades de dicha etapa. Por otro lado, la adquisición de habilidades motrices presenta una periodización similar al desarrollo cognitivo, ya que tiene lugar desde el nacimiento de una persona y abarca un amplio periodo de tiempo que culmina en la adolescencia. Durante este proceso, hay que saber adaptar las diferentes tareas a las capacidades y necesidades de cada uno, tomando siempre como base las aportaciones de la literatura científica al respecto.
Según diferentes autores, los patrones motrices básicos se desarrollan 1 año después del nacimiento. A continuación, durante el periodo comprendido entre 1 y 2 años, se desarrollan los patrones motrices elementales (locomotores y manipulativos). Entre los 3 y los 6 años de edad, la persona desarrolla las habilidades perceptivas. En la siguiente etapa, entre los 6 y los 8 años, se desarrollan las habilidades básicas. Seguidas de las habilidades genéricas entre los 8 y los 11 años, de las habilidades específicas entre los 11 y los 14 años y de las habilidades especializadas de los 14 años en adelante.
3.2 - Habilidades motrices básicas
Las habilidades motrices básicas son comportamientos motores fundamentales que evolucionan a partir de los patrones motrices elementales. Tienen su fundamento en la dotación hereditaria, son aquellas habilidades comunes a todos los seres humanos por estar representadas en su dotación genética (Trigo, 2000). Para su desarrollo y mejora, se apoyan en las capacidades perceptivo-motrices, evolucionando con ellas. Las habilidades motrices básicas son fundamentales para el desarrollo de la motricidad humana y son la base de cualquier aprendizaje motor posterior. Se trata de pautas motrices que no tienen en cuenta la precisión, ni la eficiencia. Estas habilidades y destrezas básicas comprenden aquellos movimientos que implican el manejo del propio cuerpo y aquellos en los que la acción fundamental se centra en el manejo de objetos (Godfrey y Kephart, 1969).

Movimientos centrados en el manejo del propio cuerpo
Se considera la habilidad básica más importante por ser la base y el sustento de la mayoría de habilidades. A través de los desplazamientos, los niños toman contacto, exploran y aprenden en el medio que les rodea, desarrollando sus capacidades perceptivo-motrices al tiempo que mejoran y perfeccionan los patrones de movimiento.
Desplazamientos en bipedestación (marcha, carrera), cuadrupedias (gatear, arrastrar, escalar, reptar), trepas, propulsiones en el medio acuático, transportes, deslizamientos, equilibrios (base de sustentación mayor o menor y fija o móvil, cambios en el centro de gravedad, etc.).
Patrón motor elemental que tiene su origen en los patrones locomotores elementales de la marcha y la carrera.
Exige mayores niveles de impulsión, de equilibrio y coordinación de movimientos más complejos.
Salvar obstáculos en longitud, altura y combinados, salvar obstáculos apoyándose, saltar para coger o asirse, saltar con carrera, saltar con un pie o dos, saltos sucesivos, etc.
A pesar de tratarse de una habilidad motriz básica, por sus características, son difíciles de insertar en los patrones motrices básicos.
Los giros pueden realizarse en constante contacto con el suelo, en suspensión, con agarre de manos, sobre distintos ejes longitudinal, transversal, anteroposterior).
Movimientos centrados en el manejo de objetos
Levantar objetos, transportarlos, etc.
Habilidades básicas que evolucionan a partir de patrones motrices manipulados como alcanzar, tomar, agarrar, arrojar y saltar. Teniendo como objetivo realizar lanzamientos con precisión y distancia, y con velocidad y precisión.
Recogidas, paradas, controles, despejes, combinaciones.
Movimientos centrados en protección-defensa
El paso de habilidades motrices básicas, que se desarrollan durante la infancia, a las de tipo específico, precisa de un proceso continuo de construcción en el que “la adquisición de cada habilidad es el producto de acomodaciones y modificaciones de habilidades adquiridas con anterioridad y que van construyendo el repertorio del individuo” (Castañer y Camerino, 1991).
Supone un salto cualitativo en el desarrollo motor y se asienta en las capacidades coordinativas y en los elementos perceptivos-motrices.
Se refieren a movimientos más elaborados y organizados, que tienen como finalidad desarrollar capacidades motoras y habilidades básicas para futuras prácticas de actividad física (habilidades específicas).
Deben trabajarse, tanto desde el aspecto cuantitativo (saltar más, correr más, etc.), como desde el aspecto cualitativo (explorar todas las posibilidades de salto, de desplazamiento, etc.).
3.3 - Habilidades motrices genéricas
Las habilidades motrices genéricas son la combinación de dos o más habilidades motrices básicas. Tienen su origen en las habilidades motrices básicas y suponen el apoyo para las habilidades motrices específicas. Se trata de habilidades comunes a diferentes modalidades deportivas que permiten dotar al alumno/a de una motricidad variada y global:
Bote - Golpeo - Conducción - Finta - Parada/Interceptación - Pase
Las habilidades motrices específicas son las habilidades motrices propias de cada deporte y que, por tanto, tienen un uso casi restringido a esa situación motriz: salto de atletismo, lanzamiento de baloncesto, etc.
En base a todo lo expuesto anteriormente, Bompa (1999) proponía la siguiente periodización en el entrenamiento de un niño en función de su edad:
- 0 a 15 años: desarrollo multilateral.
- 15 a 19 años: entrenamiento especializado.
- 19 años en adelante: alto rendimiento deportivo.

Las tareas propuestas deben resultar motivantes para el alumno, resultando de gran utilidad las formas jugadas. Como norma general, a la hora de establecer una progresión de tareas deberemos seguir 3 premisas: de lo general a lo específico, de lo simple a lo complejo y de lo conocido a lo desconocido.
Partiendo de esta base, se podría decir que el objetivo de la formación deportiva inicial debe ser favorecer el desarrollo del control motor facilitando la relación del niño con su entorno (Blázquez, 2001). Para lograr este objetivo desde el punto de vista de la iniciación deportiva, es necesario proponer diferentes tareas que se adapten a la etapa de desarrollo, tanto motriz, como cognitivo, en la que se encuentra el alumno.
Por ello, durante las etapas comprendidas en el periodo de 0 a 15 años, el trabajo debe tener un enfoque multideportivo, orientado al desarrollo multilateral de las habilidades motrices básicas y genéricas.
3.4 - Habilidades motrices específicas
Las habilidades motrices básicas son comportamientos motores fundamentales que evolucionan a partir de los patrones motrices elementales. Tienen su fundamento en la dotación hereditaria, son aquellas habilidades comunes a todos los seres humanos por estar representadas en su dotación genética (Trigo, 2000). Para su desarrollo y mejora, se apoyan en las capacidades perceptivo-motrices, evolucionando con ellas. Las habilidades motrices básicas son fundamentales para el desarrollo de la motricidad humana y son la base de cualquier aprendizaje motor posterior. Se trata de pautas motrices que no tienen en cuenta la precisión, ni la eficiencia. Estas habilidades y destrezas básicas comprenden aquellos movimientos que implican el manejo del propio cuerpo y aquellos en los que la acción fundamental se centra en el manejo de objetos (Godfrey y Kephart, 1969).
4 - Deportes colectivos
Los deportes colectivos o de equipo son aquellas actividades deportivas en las que participa un grupo de personas con fines comunes para alcanzar un objetivo común: competir constructivamente. Deportes de cooperación/oposición que se juegan en espacios estandarizados y cuyo objeto motor prioritario es situar el móvil en una meta y/o evitarlo.
Los factores que configuran o determinan la estructura formal de los deportes colectivos o de equipo son los siguientes:
Los factores comunes de los deportes colectivos van a determinar la obtención de unas variables que configuran su estructura funcional. Según Antón y Doblado, las fundamentales son:
- Jugador atacante con balón
- Jugador atacante sin balón
- Jugador que defiende contra el atacante con balón
- Jugador que defiende contra atacante sin balón.
La acción del juego en los deportes de equipo puede ser analizada desde 3 perspectivas.
- La técnica y la táctica. La técnica constituye el elemento o parte esencial sobre la que se construye una estructura que permite un funcionamiento coordinado, denominado táctica. Partiendo de esto se elaboran los sistemas y modelos de juego que determinan el análisis teórico y el desarrollo práctico de estos deportes. De acuerdo con esta perspectiva, en todos y cada uno de los deportes de equipo existirán una técnica individual y una técnica colectiva, y una táctica individual y una táctica colectiva, que se dará tanto en la defensa como en el ataque (en posesión o no del balón).
- La doble dimensión “Ataque-Defensa”, siendo el factor determinante de una u otra la posesión o no del balón.
- La “Cooperación/Oposición”, según la cual el funcionamiento de la acción del juego se da en una constante interrelación entre adversarios y colaboración entre compañeros. Tanto la cooperación como la oposición se dan en el ataque y en la defensa, pues los defensores colaboran entre sí para organizar la oposición al ataque, y los atacantes colaboran entre sí para oponerse a la defensa.
Características de las acciones motrices en los deportes de equipo: En general, los actos motores en los deportes de equipo presentan unas connotaciones cognitivas importantes ya que en sus acciones se dan las tres fases del procesamiento de la información: percepción, decisión y ejecución:
Observar y analizar
- Acciones e intenciones de los compañeros y adversarios
- Espacios libres y ocupados
- Desplazamientos del balón
- Distancias y su variabilidad
Decidir
- Objetivos en relación a los principios generales del juego
- Medios técnicos de utilización
- Momento de aplicación
- Espacio de utilización
- Intensidad de la acción motriz
Ejecutar
- Medio técnico elegido, en el momento, lugar y con la intensidad adecuada.
La técnica se refiere a las acciones motrices, los gestos estándar que son comúnmente aceptados como patrones de eficacia, basados, fundamentalmente, en principios anatómicos y biomecánicos. Es la ejecución de movimientos estructurales que obedecen a una serie de características espacio-temporales para garantizar la eficiencia.
Es posible concretar que los aspectos técnicos de los deportes colectivos se basan en:
- Creación de automatismos: es fundamental para conseguir un buen rendimiento que la ejecución técnica a realizar esté perfectamente automatizada en el sujeto, de tal manera que no suponga una interferencia en dicha ejecución al tener que “pensar” cómo realizarla.
- Adaptación a las características del sujeto (individualización en función de la edad, sexo, condición física, ...) y a las características del adversario.
- Estabilidad de la técnica frente a cambios inesperados a nivel interno (cansancio, nerviosismo…) o externo (temperatura, características de la instalación).
- Cuanto más cerca esté del movimiento natural más fácil será realizarla.
- Para asimilar la técnica es necesaria la participación consciente del pensamiento.
- La iniciativa marca el carácter ofensivo o defensivo.
Atendiendo a la posesión del móvil, distinguimos los siguientes tipos de técnica:
- Individual de ataque
- Individual de defensa
La táctica se entiende como el proceso en el que se combinan todas las posibilidades físicas, técnicas, psicológicas y demás para dar una solución inmediata a las situaciones imprevistas y cambiantes que se dan durante el juego.
En los aspectos tácticos podemos diferenciar dos apartados:
Táctica Individual: surgen del concepto de la propia técnica de un deporte y la entendemos como la aplicación oportuna y adecuada de los recursos técnicos individuales disponibles, para la resolución efectiva de un problema planteado en el juego, en base a los principios colectivos de eficacia. Es “la elección del gesto apropiado en el momento oportuno”.
Táctica Colectiva: La táctica colectiva hace referencia en cambio a “la coordinación entre dos más jugadores utilizando procedimientos adecuados para lograr los objetivos de ataque y defensa” (Bárcenas y Román).
Por tanto, la táctica siempre tiene que ver con la intencionalidad y el momento en el juego, buscando la máxima eficacia en la búsqueda de un objetivo, ya sea de manera individual (responsabilidad individual) o en equipo (responsabilidad compartida).
Atendiendo a la posesión del móvil, diferenciamos 2 tipos de táctica:
- - Individual de ataque
- - Individual de defensa
- - Colectiva de ataque
- - Colectiva de defensa
Existen varios tipos de intervención didáctica para la metodología de enseñanza:
- Modelo tradicional o basado en la técnica (el más utilizado en la iniciación deportiva).
- Modelo compresivo o basado en la táctica.
- Modelo basado en la teoría constructivista (relación entre lo que el individuo sabe y lo que va a aprender).
Pintor (1989), citado por Águila y Casimiro (2001), establece una serie de objetivos hacia los que sugiere, deben orientarse las actividades en la iniciación deportiva:
- Favorecer la maduración y desarrollo biológico, psicológico, social y afectivo del niño.
- Desarrollar y mejorar la capacidad de observación y percepción de la información exterior en el ámbito donde se efectúa el deporte, basada en una atención selectiva del terreno y equipamiento, compañeros, adversarios, móvil, en relación a:
– Factores Espaciales: distancias, trayectorias, orientaciones, espacios libres...
- Factores Espacio-Temporales: velocidad de las acciones, aceleraciones…
- Desarrollar la capacidad para tomar decisiones individuales y colectivas, en la ejecución, de acuerdo con la observación y percepción, en función de:
-Acciones con: el propio cuerpo, con los objetos (móvil), con cuerpo y objetos.
- Comprender y poner en práctica los principios del juego de ataque y defensa:
- A través de ayudas recíprocas en ataque: desmarques, bloqueos…
- Mediante la progresión a meta contraria
- Lanzamiento hacia la meta contraria
- Protección de propia meta
- Recuperación del balón
El entrenador/monitor/a debe seleccionar los juegos y tareas en la iniciación a los deportes colectivos con cierto orden para el proceso enseñanza-aprendizaje, teniendo en su mano la posibilidad de proporcionar una variabilidad en las propuestas y situaciones pedagógicas adecuadas. Para ello, debe atender a las siguientes consideraciones metodológicas:
- Utilizar el Juego como herramienta de aprendizaje. Los deportes colectivos, además de contener unos elementos tácticos y técnicos, codificados bajo unas reglas, son básicamente, juegos. La propia práctica permite explorar en el practicante dos vías de desarrollo: la social y la personal.
- Introducir habilidades específicas de los distintos deportes colectivos para afianzar las habilidades motrices básicas y genéricas.
- Adaptar situaciones pedagógicas globales a situaciones pedagógicas reducidas en cuanto a número de componentes. Sánchez (1984) propone dos modalidades de estrategias:
Estrategia global modificando la situación real. La tarea se ejecuta en su totalidad, pero se modifican las condiciones de ejecución, de forma progresiva:
- Juegos con pocos jugadores (2x2,3x2...) acabando en meta.
- Competiciones reducidas (1x1 en BC, 3x3 en fútbol o de habilidades)
- Adaptación de la meta, espacio, reglas…
Estrategia global polarizando la atención. Se dirige a los alumnos a fijar la atención en algún aspecto de la ejecución, ya sea colectivo o individual, siempre finalizando la tarea totalmente.
- Ofrecer la mayor variabilidad de experiencias motrices en la práctica.
- Usar la competición como herramienta educativa. Es un medio, no un fin.
- Progresar hacia la autonomía del deportista en las prácticas deportivas.
- Impulsar al deportista hacia una motivación sostenida en su evolución, así como mantener una comunicación efectiva y clara entre el entrenador/a y los deportistas acerca de las tareas a realizar.
Consideramos, desde un punto de vista educativo, que es primordial que el alumno conozca y aplique el reglamento del deporte, pero también que puede modificar los aspectos formales para adaptarlo a las condiciones del lugar o del número de participantes o para facilitar su aprendizaje. Esto resulta fundamental en este tipo de deportes debido a la complejidad que entraña el juego real.
Junoy J., en el libro “Baloncesto” (1996) editado por el MEC aconseja:
- Empezar por las reglas explicativas del funcionamiento de juego, las infracciones y las faltas, así como el comportamiento deportivo.
- En una segunda etapa introducir progresivamente las reglas que intervienen en el aprendizaje de la técnica individual
- Por último, se introducirían las reglas de conjunto.
Partiendo de la propuesta Los grupos de habilidades técnicas que se proponen en el desarrollo de las diferentes guías técnicas de deportes colectivos de este proyecto quedan se distinguen entre:
- Habilidades Técnicas Genéricas: Conjunto de movimientos definidos perteneciente a patrones motrices adquiridos en base a las capacidades y repertorio motor de que se disponga, en las distintas disciplinas deportivas.
- Habilidades Técnicas Específicas: Cuando se establece la combinación de dos o más habilidades técnicas básicas con la participación de dos o más deportistas. La introducción de la táctica individual en situación de juego, como dos contra dos, tres contra tres, etc. y la correspondiente toma de decisiones.
5 - Deportes individuales
Los deportes individuales son aquellos en los que el participante se encuentra solo en el espacio y afronta una situación motriz, superándose a sí mismo, a una marca, a una distancia o una puntuación. Ruiz (2012).
En cuanto a la posibilidad de consideración de adversarios que coinciden en el tiempo o no dentro de los deportes individuales, los autores señalan que se debe distinguir dentro del modo de oposición frente a adversarios aquellos con oposición directa, sea en espacio dividido como el tenis o en espacio compartido como el judo, con aquellos en los que la oposición se realiza mediante la comparación entre marcas (tiempos, distancias o ejecuciones, por ejemplo) como pueden ser los saltos de trampolín o las pruebas de descenso en esquí.
Son diversas las características que presentan los deportes individuales, se pueden distinguir en función de si son generales o específicas.
Entre las características generales se pueden destacar las siguientes:
- Se centran en el esfuerzo y la autosuperación.
- Prima más la técnica que la táctica.
- La puntuación para el resultado se detalla en forma de puntos, tiempo, recorrido o carga.
Las características específicas se determinan en función del “medio” donde se desarrollan, ya que se distinguen las modalidades que se realizan en un medio estable y aquellas que se realizan en un medio variable.
- - Gran complejidad en el mecanismo de ejecución y una alta organización temporal, es decir, una estructura temporal muy estable y perfectamente conocida por el deportista. (EmásF, Rev)
- - Escasa exigencia del mecanismo de percepción, porque la alta estabilidad del medio permite al practicante realizar la acción casi sin información exterior, pues todos los datos son conocidos de antemano y el deportista tiene decidido con anterioridad las soluciones motrices a aplicar.
- - En la mayoría de los casos, sistemas de valoración de los resultados con un alto grado de objetividad al ser medidos con parámetros estables (tiempo, espacio o peso, por ejemplo).
- - Estas actividades presentan un mínimo de organización, pero en muchos casos sin perder el componente de complejidad que puede aparecer acompañado del factor riesgo y aventura. Esta baja organización está en función del alto nivel de incertidumbre creado por el medio. Se desconoce en todo momento la estructura temporal.
- - Importancia del mecanismo de percepción y decisión en función de la inestabilidad del medio.
- - Gran componente de motivación que radica en el grado de riesgo y aventura.
Las técnicas constitutivas de los distintos deportes individuales están determinadas por el espacio en el que se desarrollan, los materiales empleados y las normas reglamentarias establecidas. En los deportes individuales los aspectos técnicos están basados en:
- - La mejora de las cualidades físicas.
- - La adquisición de gestos técnicos (automatismos).
- - El estilo técnico, es decir, la adaptación de los aspectos técnicos de base a las características del sujeto
- - La estabilidad de la técnica frente a modificaciones internas como el cansancio o el equilibrio psicológico, o frente a modificaciones externas, como el ambiente o las características de la instalación.
Los aspectos técnicos de los deportes individuales se basan en la correcta ejecución de un gesto específico de un deporte. Para que sea adecuada, tiene que reunir una serie de requisitos, los cuales describimos a continuación:
- - Ajustarse a los requerimientos espacio-temporales.
- - Ser eficaz. Es decir, debe permitir alcanzar el objetivo que justifica su utilización.
- - Su ejecución tiene que ser fluida.
Están sometidas a un constante y continuo proceso de perfeccionamiento. Aunque el método utilizado para iniciar la técnica es el de imitación de modelos de ejecución técnica, los fundamentos básicos del deporte en concreto deben ser adaptados a las características de los alumnos con planteamientos jugados y adaptados.
Aunque los deportes individuales son prioritariamente técnicos, el componente táctico no se excluye. La táctica en este grupo de deportes consiste en estudiar la manera de distribuir racionalmente las fuerzas durante todo el desarrollo de la competición, acciones para conseguir ventajas, o en elegir la mejor estrategia a utilizar (como en la carrera: pasar lento, esprintar al final, etc.).
La táctica ocupa un papel decisivo a la hora de orientar a los deportistas en situaciones complicadas de competición. Existen tres fases que han de darse de forma necesaria y sucesiva o en muchos casos coincidentes en el tiempo.
- - Una percepción del análisis de la situación.
- - Una solución mental o teórica de la misma.
- - Una solución motriz o práctica.
Los aspectos tácticos de los deportes individuales permiten al deportista analizar convenientemente las situaciones de juego y alcanzar los objetivos propuestos.
Por tanto, un adecuado desarrollo de los mismos supone un incremento del rendimiento. Al respecto, la táctica en los deportes en solitario implica:
- - Dosificar el esfuerzo.
- - Tomar, mantener y/o cambiar la iniciativa.
- - Conseguir objetivos y evitar que el rival consiga los suyos.
- - Prever las acciones del contrincante.
- - Presentación Global del deporte. Con ello se pretende dar al alumno una información básica de las reglas del deporte, y sus objetivos y significado.
- - Familiarización perceptiva, el alumno debe conocer las características básicas de las ejecuciones de la actividad y el medio o entorno en el que se desarrollan, para así poder aprender los elementos generales de ejecución.
- - Enseñanza de los modelos técnicos de ejecución, las técnicas específicas de ejecución de cada deporte al menos de forma empírica, tienen una eficacia probada, por lo que los alumnos deben conocerlas y saber ejecutarlas.
Referente a los aspectos metodológicos para la asimilación de los deportes individuales citamos las fases que Sánchez Bañuelos presentó y que siguen dando resultado, a día de hoy, por ser perfectamente aplicables al deporte en edad escolar.
Durante las primeras prácticas, las habilidades técnicas se realizan bajo el control de la conciencia, y es la dedicación continua y el tiempo de repetición de los mismos gestos, los aspectos que configuran la automatización. Desde este punto, el gesto o gestos, se realizan espontáneamente “sin pensar” o sin intervención de la conciencia. Así pues, la práctica en las primeras realizaciones sería de carácter general y cuando los alumnos tienen una idea global del gesto técnico se puede fraccionar y dividir en fases y así enseñarlo de manera analítica.
- Integración de los modelos técnicos en las citaciones básicas de aplicación, una vez aprendidas las ejecuciones técnicas, éstas deben realizarse en situación de competición ficticia (ámbito escolar, pero con condiciones reales o similares a la competición) donde el alumno aprende verdaderamente las ejecuciones técnicas.
- Formación de los esquemas fundamentales de decisión. Debemos plantearles a los alumnos situaciones de resolución binaria y poco a poco ir complicando la elección hasta formar un mecanismo de decisión que le permita desarrollar un amplio abanico de posibilidades en el desarrollo del deporte en cuestión.
6 - Consideraciones básicas sobre desarrollo de capacidades físicas
Desarrollo de la Resistencia: Hay periodos particularmente favorables para el desarrollo de las cualidades físicas; antes de entrenar cualidades físicas como la fuerza y velocidad, el adolescente debe tener buena base en resistencia aeróbica. No es recomendable el entrenamiento de la resistencia anaeróbica antes de los 12 años. El volumen es más importante que la intensidad, se puede entrenar la capacidad aeróbica siendo el final de la pubertad un momento de elevada capacidad de entrenamiento aeróbico. A partir de los 12 años esta cualidad mejora considerablemente.
Desarrollo de la Fuerza: Se debe desarrollar toda la musculatura de forma natural, en forma de juego y de manera dinámica. A partir de los 12 años esta cualidad se va a desarrollar con más rapidez. No utilizar cargas externas hasta después de la pubertad, no cargar la columna vertebral. El periodo desde la pubertad hasta los 18 años es fundamental para mejorar esta cualidad.
Desarrollo de la Velocidad: La velocidad es una cualidad cuya mejora está limitada por aspectos genéticos y las fases sensibles en el desarrollo de la velocidad se estiman entre los 6 y 11 años de edad para mejorar la velocidad de reacción y velocidad gestual. Hasta el inicio de la pubertad las chicas y los chicos tienen el mismo nivel de velocidad. La mejora de la velocidad de desplazamiento que está en relación con el incremento espectacular de la fuerza muscular se da a partir del cambio puberal; a partir de los 12 y hasta los 14 años podemos entrenar esta cualidad física. El entrenamiento de rendimiento se hará a partir de 15/16 años.
Desarrollo de la Flexibilidad: La flexibilidad es una cualidad involutiva, es decir, se pierde con la edad. El niño es muy flexible, a los 8/9 años se tiene la máxima movilidad de la columna vertebral y capacidad de abertura de las piernas. El trabajo adecuado de esta cualidad permite mantener un nivel aceptable durante toda la vida.
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